jueves, 30 de abril de 2020

LA BIBLIA: LUCAS 18

 
LA BIBLIA
LUCAS 18
Parábola de la viuda y el juez injusto
1. También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,
2. diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.
3. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.
4. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,
5. sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.
6. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.
7. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?
8. Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
Parábola del fariseo y el publicano
9. A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:
10. Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
11. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
12. ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
13. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
14. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Jesús bendice a los niños
15. Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron.
16. Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
17. De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
El joven rico
18. Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
19. Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.
20. Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.
21. El dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud.
22. Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
23. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
24. Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
25. Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
26. Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
27. El les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
28. Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido.
29. Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios,
30. que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.
Nuevamente Jesús anuncia su muerte
31. Tomando Jesús a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre.
32. Pues será entregado a los gentiles, y será escarnecido, y afrentado, y escupido.
33. Y después que le hayan azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará.
34. Pero ellos nada comprendieron de estas cosas, y esta palabra les era encubierta, y no entendían lo que se les decía.
Un ciego de Jericó recibe la vista
35. Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando;
36. y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello.
37. Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno.
38. Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
39. Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
40. Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le preguntó,
41. diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista.
42. Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado.
43. Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios.

martes, 28 de abril de 2020

LA BIBLIA: LUCAS 17

 
 
LA BIBLIA
LUCAS 17
Ocasiones de caer
1. Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen!
2. Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos.
3. Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale.
4. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.
Auméntanos la fe
5. Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.
6. Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.
El deber del siervo
7. ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa?
8. ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú?
9. ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no.
10. Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.
Diez leprosos son limpiados
11. Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.
12. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos
13. y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
14. Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
15. Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,
16. y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
17. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
18. ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
19. Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
La venida del Reino
20. Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia,
21. ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.
22. Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.
23. Y os dirán: Helo aquí, o helo allí. No vayáis, ni los sigáis.
24. Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día.
25. Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación.
26. Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.
27. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
28. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;
29. mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
30. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.
31. En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás.
32. Acordaos de la mujer de Lot.
33. Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará.
34. Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado.
35. Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada.
36. Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado.
37. Y respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor? El les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allí se juntarán también las águilas.

domingo, 26 de abril de 2020

LA BIBLIA: LUCAS 16

 
LA BIBLIA
LUCAS 16
Parábola del mayordomo infiel
1. Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes.
2. Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo.
3. Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.
4. Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas.
5. Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?
6. El dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta.
7. Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. El le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta.
8. Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.
9. Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.
10. El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.
11. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?
12. Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
13. Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
14. Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.
15. Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
La ley y el reino de Dios
16. La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.
17. Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.
Jesús enseña sobre el divorcio
18. Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.
El rico y Lázaro
19. Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
20. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,
21. y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
22. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
23. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
24. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
25. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
26. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
27. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
28. porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
29. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
30. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
31. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.