domingo, 31 de mayo de 2020

LA BIBLIA: JUAN 18

 
LA BIBLIA
JUAN 18
Arresto de Jesús
1. Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus discípulos.
2. Y también Judas, el que le entregaba, conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos.
3. Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas.
4. Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis?
5. Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba.
6. Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.
7. Volvió, pues, a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús nazareno.
8. Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos;
9. para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno.
10. Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.
11. Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?
Jesús ante el sumo sacerdote
12. Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron,
13. y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año.
14. Era Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo.
Pedro en el patio de Anás
15. Y seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Y este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote;
16. mas Pedro estaba fuera, a la puerta. Salió, pues, el discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro.
17. Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy.
18. Y estaban en pie los siervos y los alguaciles que habían encendido un fuego; porque hacía frío, y se calentaban; y también con ellos estaba Pedro en pie, calentándose.
Anás interroga a Jesús
19. Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.
20. Jesús le respondió: Yo públicamente he hablado al mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto.
21. ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído, qué les haya yo hablado; he aquí, ellos saben lo que yo he dicho.
22. Cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los alguaciles, que estaba allí, le dio una bofetada, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote?
23. Jesús le respondió: Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas?
24. Anás entonces le envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.
Pedro niega a Jesús
25. Estaba, pues, Pedro en pie, calentándose. Y le dijeron: ¿No eres tú de sus discípulos? El negó, y dijo: No lo soy.
26. Uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dijo: ¿No te vi yo en el huerto con él?
27. Negó Pedro otra vez; y en seguida cantó el gallo.
Jesús ante Pilato
28. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua.
29. Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?
30. Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado.
31. Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie;
32. para que se cumpliese la palabra que Jesús había dicho, dando a entender de qué muerte iba a morir.
33. Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?
34. Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?
35. Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
36. Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.
37. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
38. Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito.
39. Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte uno en la pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos?
40. Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón.

sábado, 30 de mayo de 2020

LA BIBLIA: JUAN 17

 
LA BIBLIA
JUAN 17
Jesús ora por sus discípulos
1. Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;
2. como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.
3. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
4. Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
5. Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
6. He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.
7. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti;
8. porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
9. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son,
10. y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.
11. Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
12. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.
13. Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
14. Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
15. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
16. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
18. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
19. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
20. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
21. para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
22. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
23. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
24. Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
25. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.
26. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.

viernes, 29 de mayo de 2020

LA BIBLIA: JUAN 16

 
LA BIBLIA
JUAN 16
 
1. Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo.
2. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios.
3. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí.
4. Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros.
La obra del Espíritu Santo
5. Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas?
6. Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón.
7. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
8. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
9. De pecado, por cuanto no creen en mí;
10. de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
11. y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
12. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
13. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
14. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
15. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
La tristeza se convertirá en gozo
16. Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre.
17. Entonces se dijeron algunos de sus discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: Todavía un poco y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; y, porque yo voy al Padre?
18. Decían, pues: ¿Qué quiere decir con: Todavía un poco? No entendemos lo que habla.
19. Jesús conoció que querían preguntarle, y les dijo: ¿Preguntáis entre vosotros acerca de esto que dije: Todavía un poco y no me veréis, y de nuevo un poco y me veréis?
20. De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.
21. La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.
22. También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.
23. En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
24. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
Yo he vencido al mundo
25. Estas cosas os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no os hablaré por alegorías, sino que claramente os anunciaré acerca del Padre.
26. En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
27. pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.
28. Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.
29. Le dijeron sus discípulos: He aquí ahora hablas claramente, y ninguna alegoría dices.
30. Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de Dios.
31. Jesús les respondió: ¿Ahora creéis?
32. He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
33. Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

jueves, 28 de mayo de 2020

LA BIBLIA: JUAN 15

 
LA BIBLIA
JUAN 15
Jesús, la vid verdadera
1. Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
2. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
3. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
4. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
5. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
6. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
7. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
8. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
9. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
10. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
11. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
12. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
13. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
14. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
15. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
16. No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
17. Esto os mando: Que os améis unos a otros.
El mundo os aborrecerá
18. Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.
19. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.
20. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
21. Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.
22. Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado.
23. El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece.
24. Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre.
25. Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.
26. Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
27. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.